Cesped, piedras y pedruscos

Tiene enjundia, o como diría otro: “manda lerenles”, ponerse a colocar piedras en el césped del campo de deportes de San Miguel. Hasta ahora se sabía que las “primeras” piedras se ponían al comenzar las obras de grandes construcciones: edificios, palacios…; pero en el césped de un campo de fútbol, eso no solo chirría al oído sino que hace tropezar al más pintado aunque tenga el sentido común más duro que el pedernal. Los políticos por tal de salir en la foto son capaces de poner una piedra en Flandes y hasta un guijarro en la Luna, cosas más increíbles se han visto. Y como eso de poner pedruscos hasta con la gorra es sinónimo de progreso, pues ¡hala! ahí vamos con uno de ellos al césped. Todo hace pensar que habrá una segunda, una tercera y muchas más piedras. Mal vamos a empezar los partidos con tantos pedruscos debajo, con lo bien que se hubiera quedado el haber puesto el “primer” palmo de yerba, unos esquejes de geranio en las líneas de fuera y unas margaritas en el centro; y haciendo un esfuerzo extrapresupuestario, a pesar de la crisis, unos magnolios detrás de las porterías. Total, para gastarse los dineros en un campo de fútbol en el que no se van a poder jugar partidos reglamentarios de tercera, ya es tener ganas de hacerse la foto.

Manuel Almagro Chinchilla

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