Todo hace pensar que el referéndum anunciado por el
gobierno catalán no se va a celebrar, no lo contempla la ley. Así lo ha
manifestado el presidente del Ejecutivo central, que es la máxima autoridad de
ese órgano encargado de hacer cumplir las leyes en toda España. Claro que,
cuando uno ve a los responsables del proyecto separatista y oye sus
declaraciones, le entra la duda. Quién sabe si al final, éstos últimos, se
llevarán el gato al agua; las leyes tienen muchos recovecos y se le pueden dar
muchas vueltas. A éste respecto hay casos palpables de verdadera “ingeniería”
legislativa y judicial. Vaya por delante que defiendo y respeto la libertad de
cada individuo y la de la colectividad a la que pertenece a elegir su modo de
vida sin más límite que el respeto a la Ley.
Vivo con alguna tristeza y preocupación todo este
proceso. Es mucho lo que me ha ligado y me liga a Cataluña y no me gustaría que
apareciera ante mí mucho más diferente a como la conocí. Llegué en 1963 y
estuve viviendo siete años. Trabajé en centrales hidroeléctricas del Pirineo,
donde el “teatro de operaciones” se
desarrollaba por lugares de una belleza desconocida: Valle de Arán,
Aigüestortes, Bohí, Sort, Llavorsí, el Noguera Pallaresa, Tremp, Pobla de Segur
y un sinnúmero de pueblecitos perdidos en aquellos valles nevados casi
permanentemente. Lugares todos de la provincia de Lérida, donde quedé
“enganchado” con la Naturaleza.
En Tarragona participé en el montaje de la central de
Riba Roja y más tarde en la nuclear de Ascó, ambas en el tramo de los últimos cien
kilómetros del Ebro. En cambio, las estancias en Barcelona estaban más
relacionadas con el descanso y el ocio. La Cabaña del Tío Tom, Papagayo,
Pasapoga, Niza, La Pérgola, Panam´s, son sitios que en viajes recientes no he
logrado dar con ellos.
Al final terminé casándome con una catalana y una de
mis hijas también lo es.
Sería muy triste llegar al extremo de tener que exhibir
un pasaporte para poder entrar en Cataluña. La independencia traerá el
pasaporte, puesto que sería un estado nuevo, no acogido a los acuerdos de la
Unión. Entre estos acuerdos figura el de la libre circulación de personas y
mercancías.
También cabe la posibilidad, caso de llevarse a cabo el
escrutinio, de que el resultado de la pregunta sea un “no”. Algo que, al menos
yo, pienso que va a ocurrir. Así me lo ha jurado la bruja de guardia, una vez
invocada la bola de cristal.Veamos: La fecha elegida para la consulta es el nueve de noviembre de 2014. Y aquí atentos a las palabras nueve y noviembre, en catalán nou y novembre. Ambas empiezan por NO. No contienen ni una sola “ese” ni una sola “i”. Un Sí imposible.
Es una regla que se cumplió cuando se sometió a
votación la aprobación de la Constitución Española, un seis de diciembre. Entre
ambas palabras suman dos eses y tres íes. SÍ,
fue el resultado. En ambas palabras no existe ni una sola N, ni una sola O. Un NO imposible
Estimado amigo, siempre he pensado aun a riesgo de parecer insolidario, que en la unión radica la fuerza de los pueblos, por lo tanto me parece de idiotas esa extraña obsesión de algunos cazurros, con todo mi respeto a esta palabra, el separar una parte de España del resto, aunque no tiene reparo en exigir dinero a Madrid. Tan cerrados están de mente para no darse cuenta que ellos por si solos no representan nada?
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